Hacer las maletas juntos, viajar separados

viajes separados

Pongamos el supuesto.

Una mujer viaja con un perro que no es muy buen pasajero ya que le gusta salirse de su transportín en pleno vuelo. A la mujer la acabaron echando del avión escoltada. El hombre, por otra parte, está en un vuelo diferente después de haber jurado que no va a pisar el mismo avión que pisara ese perro.

El hombre es un poco nervioso y no le gusta esperar ni quince minutos en la pista, así que ir bajo el mismo techo del avión que su mujer y su perro simplemente no es una opción.

Ese vuelo es la primera vez que esta pareja no viaja junta al mismo destino, y funcionó estupendamente. La mujer tenía una historia que contar durante años, y el hombre pudo leer tranquilamente el New York Times. Así el hombre y su periódico son completamente ajenos a las excentricidades de la mujer, que deja las tarjetas de embarque en la cafetería, el ordenador en el coche de alquiler o su cartera en casa.

Mientras, cuando la niebla retrasa un vuelo, la mujer es redirigida tranquilamente a otro para hacer la conexión sin que el hombre lo tome como una crisis mundial.

Al legar a su destino, cada uno por su lado, sueltan las maletas y se funden en un abrazo lleno de cosas que contar. Empieza el viaje.

Con las vacaciones en pleno auge planteamos: ¿Por qué no hay más parejas que hagan y deshagan las maletas juntas pero viajen solas?

Hay muchas historias por ahí acerca de parejas que viajan separadas para que en caso de accidente no queden los hijos huérfanos. Y digo yo, ¿también conducen el coche por separado, ya que hay más probabilidad de morir así?

También hay muchas parejas que directamente pasan las vacaciones separados y son felices, pero ¿Qué pasa si se separa solo el viaje en avión, en tren o en coche y luego se reúnen? ¿Funcionaría? ¿Supondría algún alivio al estrés pre-vacacional que todos sufrimos? De hecho las llegadas y salidas del aeropuerto con sus consiguientes colas, esperas y recogidas de maletas es el factor nº1 del estrés al viajar. Arruinando muchas vacaciones e incluso a veces las relaciones.

Las vacaciones (y los matrimonios) pueden irse al garete (garete, qué palabra) incluso antes de que se active la señal de abrocharse los cinturones.

Las peleas de pareja durante los viajes son un peligro tan común que existen miles de consejos en internet para sobrellevar las inevitables peleas en pleno vuelo.

Quizá no de los mejores ejemplos en esto sea la pareja formada por Dave y Deb, que están detrás de un popular blog de viajes llamado PlanetD. Han estado viajando juntos durante ocho años y admitiendo que parece que los momentos de mayor estrés o peleas son los momentos de traslados. Ellos admiten haber tenido argumentos épicos para tener razón a la hora de coger conexiones de vuelo o de bajarse en las paradas correctas del autobús. “Hubo una vez en la que nos bajamos del autobús demasiado pronto y estábamos tan enfadados que no podíamos andar uno al lado del otro, así que íbamos andando a 100mt de distancia el uno del otro. Por supuesto nos perdimos así que tampoco podíamos separarnos. Seguimos adelante sin ni siquiera mirarnos a la cara”.

Y no se trata solo de parejas trotamundos que recorren el desierto del Gobi, las azafatas de vuelo admiten que las parejas lo dejan en el avión y en aeropuerto de manera habitual, y sí, incluso en vuelos mundanos y cortos. A veces se las arreglan para no sentarse juntos en el avión (cosa que Dave y Deb también recomiendan). De hecho una azafata se acercó a la mujer para que volviera a su asiento al lado de su marido y ella simplemente le miró sacudió la cabeza con un no y le hizo el gesto de corte de la garganta.

Pero hay veces que una vez sus maletas ya están en la bodega y suben al avión ya es demasiado tarde. Desde el momento de hacer el camino al aeropuerto, los atascos, facturar las maletas, el control de seguridad… Son pruebas de resistencia para las vacaciones y para las parejas y muchas veces no son cosas tan tontas. La azafata comenta que una vez un hombre que estaba sentado en un asiento central se levantó, se dio la vuelta y noqueó a su mujer de un golpe, que estaba sentada en el asiento de detrás. Esperamos que esa pareja se separase nada más bajar del avión y que el hombre esté en la cárcel. Pero también pensamos que podría solucionarse si hubieran metido sus maletas en aviones diferentes.

Esta azafata comenta que no conoce a nadie que tenga la costumbre de nuestros protagonistas del principio de esta historia, y que le pasa lo mismo a sus compañeros de tripulación y sus conocidos escritores de blogs de viajes. Pero piensa que es una gran idea, “Si volar es estresante para la pareja” ¿Por qué no viajan separados?

Menos estrés y más aventura.

Está claro que la solución no vale para todos, y si se viaja con niños probablemente esto esté demasiado fuera de lugar.

Si eres un viajero propenso al estrés plantéatelo para la próxima vez que tengas que hacer las maletas para salir de viaje con tu pareja. Así será más fácil que disfrutes, del calor de los atascos en la playa, de las comidas rápidas y de todo lo que conllevan las vacaciones y que no se vuelvan contra ti desde el primer momento.  Relax, que las vacaciones son algo que estamos esperando todo el año, aprovéchalas!

 

 

 

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